Tener una mascota es una experiencia maravillosa y recomendada para todo tipo de personas independientemente de su edad o condición física. Además, cuidar de un animal puede tener efectos positivos tanto para el dueño como para la mascota, por la compañía, la interacción y las diferentes relaciones que se establecen entre los dos. Sin embargo, un factor muy importante es la educación para establecer hábitos saludables y estar en un punto de confort mutuo.
Cualquier animal puede ser educado para que sepa qué debe o no debe hacer dentro y fuera de casa o en situaciones sociales. El aprendizaje consiste en lograr que nuestro compañero no cometa imprudencias, sepa adaptarse a diferentes situaciones y mantener un comportamiento acorde al momento. Si logramos una educación adecuada, nuestra mascota se sentirá a gusto, cómodo y sin ningún tipo de estrés frente a estímulos externos.
Diferencias entre educar a un perro y a un gato
Hay que tener en cuenta el tipo de animal que se tiene de mascota para educarlo de forma apropiada. No es lo mismo un gato que un perro, del mismo modo que la educación es distinta entre un pájaro que una mascota como puede ser un hurón. El perro es más sociable, con un sistema jerárquico dentro de la manada. En este caso el dueño debe actuar con el líder del grupo.
Por otro lado los gatos son independientes y autónomos. No quita que los felinos no muestren cariño con sus dueños, al contrario, los gatos son animales extremadamente afectivos e intuitivo con los estados de ánimo de las personas y animales que le rodean. La comunicación entre los animales y sus dueños es bidireccional, tu mascota te trasmite y las personas le transporta su energía.
Establecer pautas a la hora de educar a tu mascota
Un proceso fundamental a la hora de educar a tu mascota es la de establecer pautas y rutinas para que se adapte y acostumbre a realizar o no las acciones en el hogar o en el entorno con más personas o los demás miembros de la familia. Por ello os aconsejamos seguir unos sencillos pasos que cualquiera puede seguir para que tu mascota se sienta cómodo y no sienta la necesidad de llamar la atención.
- Concienciar a todos los demás miembros de la familia, ya sea humanos u otros animales al recibimiento de un nuevo miembro.
- Comprender el por qué el animal actúa de una manera estudiando y dedicando tiempo a prestar atención a las acciones de la mascota.
- Establecer unas pautas de motivación a través de recompensas como chuches y comida saludable que les guste mucho.
- Tener un horario para realizar ejercicio, dentro o fuera de casa, sin sobreesforzarlo para que su descanso sea más positivo.
- Adiestrar a que cumpla órdenes con movimientos o palabras refuerzan la educación y la cercanía con el animal.
- Dejar claro con lenguaje corporal que eres el dueño o líder de la casa, de esta manera estará más cómodo, ya que no necesita realizar esa función en el caso de los perros por ejemplo.
Todas esta serie de pautas son muy sencillas y fáciles de seguir con dedicación, cuidado y tiempo. A la larga, todos lograréis sentiros cómodos sin ningún tipo de estrés ni problemas físicos o psicológicos.